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Volcano boarding- Ruta por Centroamérica en mochila

Actualizado: 1 sept 2019

Nuestro segundo día por Centroamérica fue una aventura inolvidable. Era el día para hacer el volcano boarding en el Volcán Cerro Negro. Creo que este fue uno de los motivos principales para explorar Nicaragua.



Nos levantamos temprano, desayunamos en la cafetería del hostal y nos preparamos. Nos aplicamos repelentes de mosquitos y protector solar para evitar cualquier incidente que nos dañara el resto del viaje. Lo ideal es que sólo te lleves una botella de agua y la cámara.


La travesía para subir es muy incómoda por eso no es recomendable llevarte un bulto grande.


A las 9:00 am tienes que estar en el lobby del hostal para salir en bus. Ahí te dan las instrucciones y con mucha emoción se sale para la aventura. Por lo usual te llevan en una camioneta abierta como la que usan los soldados pero como el grupo era grande (40 personas) nos llevaron en una bus escolar.


El trayecto del hostal al volcán es de casi una hora. Ya cerca del volcán la carretera se torna más rústica y te puedes encontrar en el medio del camino con carretas llevando manadas de vacas.


Se hace una parada en la entrada principal del lugar para pagar la admisión al Cerro ($5 dólares) y anotarte en una lista de visitantes. Ahí permaneces como 15 minutos en donde puedes comprar agua o caminar por el área y tomar fotos.

¡Ya de ahí te llevan al lugar donde comienza la acción!



Te entregan un bulto con el traje protector naranja y la tabla en la que te irás a tirar. Pero antes de eso tienes que subir el volcán. ¿Y por cuánto tiempo? Por una hora, aunque todo el trayecto realmente termina en dos horas.



El camino de subida es rocoso y empinado. A eso súmale que ese día el viento estaba fuertísimo. Y todo esto cargando un bulto, tabla, botella de agua y con el sol a pleno medio día. ¡Oh, no!


Está la opción de pagar $5.00 dólares para que te suban la tabla mientras que subes tranquilo disfrutando el paisaje. Yo opté por pagar pero Minga fue una brava y la subió con todo!


Muchas personas terminaron pagando a mitad de camino porque estaban cansados o incluso ya casi en la llegada, por eso les recomiendo que lo paguen desde el principio.

En la parte superior del volcán el suelo se torna como arenilla y parece como si estuvieras en la luna. Y el paisaje es magnífico.


El viento estaba tan fuerte que te tenías que cubrir la cara para que las piedrecitas no te dieran tan duro y si hablabas te las comías, jajaja.

Ya arriba te tienes que poner el traje protector y las gafas protectoras. El guía te da las instrucciones para manejar la tabla y comienzan a tirarse. Mientras te deslizas te toman fotos y toman la velocidad a la que vas bajando.

¿Pero cómo es?



Tienes la adrenalina alta, te lanzas y te diviertes. Vas tan rápido que piensas que te vas a virar de lado y a rodar solo sin la tabla (a algunos le pasó). Casi no puedes gritar porque sino te entra tierra por la boca. Así que tienes que gritar internamente ( aunque con todo y eso terminas con tierra en las muelas). La cara también coge un poco de la invasión de alfileres de tierra.

Llegas abajo emocionado, asustado y desorientado. Pero feliz por haberlo hecho!

Tendrás un nuevo bigote negro pero eso es la evidencia de haber hecho el volcano boarding en el Cerro Negro de Nicaragua.


Minga tuvo una velocidad de 51mph y Lula lo hizo en 45mph.

Al llegar abajo te quitas el traje y haces otra caminata de 10 minutos para llegar al bus. Allí te esperan con una cerveza y una galleta de avena riquísima ( o era tanta el hambre que había que nos supo a gloria). Vas de regreso sudando negro, con el pelo lleno de nudos e imposible de peinar.



*Recomendación: llevarse unas toallitas desechables en sobre, al menos para limpiarte la cara.

En el hostal te esperan los mojitos ya listos, música y las fotos proyectadas en la barra. Lamentablemente no pudimos quedarnos para la fiesta porque teníamos el tiempo contado y nos esperaba el taxi que nos llevaría al terminal para coger el bus de León a Managua.


Pero le dijimos adiós con una gran sonrisa de satisfacción al Big Foot y a todos los chicos guapos que hicieron la experiencia del volcano boarding más interesante para nosotras.

Esta excursión la hace el Hostal Big Foot y el costo por persona es de $35 dólares y te incluye una camisa, cerveza, galleta y un mojito.

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