El maravilloso Lago de Atitlán-Ruta por Centroamérica en mochila
Actualizado: 1 sept 2019
En nuestro sexto día por la ruta de Centroamérica nos fuimos a explorar el Lago de Atitlán.

El bus (Atitrans) nos recogió a las 9:00am frente a La Sin Ventura (bueno realmente llegó a las 9:20). El trayecto de Antigua a Panajachel es de 2:30 horas. Aunque el bus hizo par de paradas para recoger a otros pasajeros y una parada de casi media hora en el Restaurante Chichoy para usar el baño y comprar alguna merienda.
Panajachel es la ciudad más grande a orillas del lago. Es el lugar clave para los visitantes ya que hay alojamiento, comida, entretenimiento y sobre todo sirve de entrada y salida en bote para cualquier punto del lago/ para los otros pueblos.

Al llegar al pueblo el bus te deja al lado de sus oficinas que quedan justo en una de las calles que conducen al Lago. La calle está llena de pequeñas tiendas. En ellas encontrarás recordatorios, ropa, hamacas, telas entre muchas cosas más. Al final de te encontrarás con el Lago. Hay un área/mirador y su majestuosidad te brindará una vista espectacular.
¿Qué puedes hacer? Tienes varias opciones:
• caminar por la calles.
• bordear el lago mientras te diviertes mirando el paisaje.
• te puedes sentar a comer en unos de los restaurantes con vista la lago.
• tomar algún bote que te lleve a otros pueblos.
Hay una lancha pública y hay otras privadas que te dan el paseo por el lago y cada una ofrece varias rutas. Y cada pueblo te ofrecen algo distinto.
Como regresábamos esa misma tarde para Antigua y teníamos que estar a las 3pm en la parada del bus, optamos por sólo caminar por los alrededores y no tomar la vuelta en bote.
Aunque ganas no nos faltaron porque nos ofrecían una vuelta en bote privado por un precio bien bajo. La persona estuvo detrás de nosotras bajando la tarifa para que hiciéramos el paseo.
Recomendación
Hazte la desinteresada o regatea el precio del paseo y te lo bajarán.

Luego de caminar por el borde del lago y tomar fotos nos sentamos a comer en un restaurante con vista al mar. El precio fue un poco alto con relación a otros que no te ofrecían la vista. Pero ese fue uno de los pocos restaurantes que aceptaban tarjeta de crédito para el pago. Aunque muchos establecimiento aceptan el dólar americano pero te dan el cambio en quetzal.
Aunque hacía sol hacía mucho viento cerca del lago, así que le recomendamos llevarse un abrigo ligero. (Recuerda que fuimos en el mes de enero).
Luego de la comida seguimos explorando las calles y las tiendas. Hay una infinidad de telas preciosas y objetos que te darán ganas de comprar.
Lamentablemente en nuestras mochilas no había espacio para nada. Pero si vas a comprar algo te funciona la misma técnica del regateo del bote. A Minga le bajaron el precio de una preciosa colcha para la cama de 900 quetzales a 350 quetzales. ¡Vaya rebaja!
Ya de regreso nos deleitamos la vista espectacular del lago pero con muchas ganas de haber pasado más tiempo para explorar todos los pueblos en bote. De seguro que será una razón suficiente para volver a Guatemala.